¿Por qué mi gato maúlla tanto? Causas y soluciones
¿Tu gato maúlla mucho y no entiendes por qué?
El maullido es una de las formas más claras que tiene tu gato de comunicarse contigo. Sin embargo, cuando los maullidos se vuelven excesivos o constantes, pueden generar preocupación. Es importante explorar las posibles causas del por qué un gato maúlla tanto, para así poder entenderlo y abordarlo con una visión respetuosa que toma en cuenta sus necesidades emocionales y conductuales.
El lenguaje felino: maullar para comunicarse
A diferencia de los gatos salvajes, los gatos domésticos han desarrollado el maullido como una herramienta para comunicarse con los humanos. Cada maullido puede tener un significado diferente: desde hambre, aburrimiento, dolor, hasta una forma de llamar tu atención o expresar malestar emocional.
Principales razones por las que un gato maúlla mucho
1. Búsqueda de atención
Los gatos que han aprendido a maullar para garantizar el acceso a los recursos que necesitan para vivir y desarrollarse (comida, caricias o juego), es por ello que pueden repetir esta conducta de forma constante para obtener tu atención y que les proveas de esos recursos.
2. Aburrimiento o falta de estimulación
Un entorno pobre en estímulos puede provocar maullidos excesivos. El gato necesita juego, exploración, zonas de altura y oportunidades para expresar su conducta natural y desarrollarse de manera adecuada teniendo cubiertas todas sus necesidades físicas y emocionales.
3. Estrés o cambios en el entorno
Una mudanza, la llegada de un nuevo miembro a la familia, visitas frecuentes o incluso cambios en el mobiliario pueden causar ansiedad y vocalizaciones continuas.
4. Celo o conducta reproductiva
En gatos no esterilizados, el maullido puede estar relacionado con el celo. Es una vocalización intensa y persistente.
5. Problemas de salud
Dolor, hipertiroidismo, demencia senil (en gatos mayores) o enfermedades urinarias pueden manifestarse a través del maullido. Siempre es importante descartar causas veterinarias.
Cómo abordar los maullidos excesivos desde la etología felina
1. Observar el contexto y frecuencia
Lleva un registro de cuándo, cómo y en qué situaciones maúlla tu gato. Esto ayudará a identificar la necesidad que el gato te está queriendo comunicar.
2. Asegura un entorno enriquecido
Proporciónale estanterías, juguetes interactivos, zonas de descanso en altura y rascadores. El enriquecimiento ambiental disminuye el aburrimiento y la ansiedad. Además es muy importante que jueges con él, recuerda que para los gatos el juego no es simplemente un momento de diversión, es una necesidad biológica, y además una de las mejores formas de fortalecer tu vínculo con él.
3. Establece rutinas y horarios
Los gatos se sienten más seguros con una estructura diaria predecible: comida, juego y descanso en horarios similares.
4. Descarta causas orgánicas
Si las necesidades de tu gato están cubiertas y no encuentras una explicación al maullido excesivo, es importante acudir a un veterinario y asegurarnos de que no se deba a un problema de salud que le esté causando dolor.
5. Consulta con una etóloga felina
Si el maullido persiste y no logras identificar la causa, una profesional en etología felina puede ayudarte a comprender el origen del comportamiento y trabajar un plan personalizado.
Consejo peludo: Recuerda que el maullido es un medio que tiene tu gato para comunicarse contigo, el maullido excesivo puede ser una forma de tu gato de decirte que algo no va bien. Atender a sus necesidades físicas, emocionales y sociales desde una mirada respetuosa es clave para mejorar su bienestar y el vínculo que tenéis.
